Tuesday, February 12, 2013

Si existo


El ruido a lo lejos va desapareciendo, tomo otro sobro de la taza de café.
Me sabe a los recuerdos de aquellas tardes donde no importaba el pasar de las horas.
El humo del cigarro no me importaba y menos cuando se mezclaba con el sabor de tus besos, un sabor a menta y ceniza, que logré remplazar meses después.
El conocido recorrido de tus manos en mi piel despierta sentidos de aquellas tardes.
Recuerdos de estar escondidos detrás de aquella pared, silenciados por el miedo.
No era mas que una inocente aventura, un juego de chiquillos como si no no existiera culpa.
Me saludaste aquella tarde y yo me despedí.
Me despedí de lo que había convertido mi presente, y saludé a aquel pasado que habías dejado guardado, para este día que sabías que pronto iba a llegar.


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