De caña

Comenzó con un trago frío,
que me calentó de los pies hasta la lengua.
Un sorbo que al pasar mis labios enamoró mi corazón.
Poco a poco me fue consumiendo hasta donde estoy hoy.

Moreno de raíces dulces,
amargo, no conoce del perdón.
Ese calor después de un tiempo
se volvió mi adicción.

Por caminos difíciles aprendí
lo terco que podía ser,
al igual que si se le da el chance
el verdadero significado de ser fiel.

Me acompañó la noche
como nadie nunca lo había hecho,
haciéndome prometer
que para mi fuera el único bajo este techo.

Y esque así de fácil como me cautivó
sin haber dicho nada
le prometí sin decirlo
que solo a él amaba.

Me enseño que los sentimientos
si se pueden escuchar en silencio.
Si alguna vez me falló fue mi culpa,
sabiendo su promesa desafié su temperamento.

Aunque él no perdona
de igual manera me abrazó.
de lo poco que recuerdo
esto fue lo que en mi quedó:

los años de su nombre,
su aroma, su sabor,
las historias que me iba haciendo
mientras de otro sobro disfrutaba yo.

Es él otra vez

Vuelo al sentimiento
ese que me atrapa
no se cómo volví a caer aquí
pero me gusta.
Cuando no está me hace falta,
y cuando está cerca quiero más.

Me gusta que se va y no lo tengo cerca,
me acuerda a otros amores
que salieron por la misma puerta.
Me gusta la incertidumbre
y sentir que este mensaje le puede llegar a cualquiera
sin saber que es a el al que le hablo.

Él que aparece y me enreda
me atrapa y me desvela,
aunque a mi no me importe
ya se como termina esta novela
en donde ni el ni yo encontramos
lo que juntos buscamos.

Él que aparece y se desliza,
que me habla pero solo con sus ojos,
y cuando los cierra nos comunicamos los dos.
Entre amores viejos y suspiros
aparece con esos ojos
me pierdo en mi guitarra vieja.

Esa que tiene las cuerdas nuevas
porque nunca quise aprender bien,
y el sabe que esos tres acordes
que componen la melodía
de nuestros besos cuando se hace ya de día
son los que quiere volver a escuchar.

Ese que toma diferente figura,
al que encuentro en otro cuerpo
dependiendo de la estación,
que cambia de nombre y cambia de altura
el mismo sentimiento
diferente figura.

Nunca fue

Me enseñaste a ser pareja en libertad,
a tomar la decición más dificl del mundo:

tomar el camino equivocado sabiendo
que no iba a poder mirar atrás.

No se puede ser libre
cuando ya se es prisionero
de una promesa vacía.
Mi saludo fue la despedida.

With the salt in my hair and the sun in your cheeks,
and a whisper to remember the kiss before we sleep.