Comenzó con un trago frío,
que me calentó de los pies hasta la lengua.
Un sorbo que al pasar mis labios enamoró mi corazón.
Poco a poco me fue consumiendo hasta donde estoy hoy.
Moreno de raíces dulces,
amargo, no conoce del perdón.
Ese calor después de un tiempo
se volvió mi adicción.
Por caminos difíciles aprendí
lo terco que podía ser,
al igual que si se le da el chance
el verdadero significado de ser fiel.
Me acompañó la noche
como nadie nunca lo había hecho,
haciéndome prometer
que para mi fuera el único bajo este techo.
Y esque así de fácil como me cautivó
sin haber dicho nada
le prometí sin decirlo
que solo a él amaba.
Me enseño que los sentimientos
si se pueden escuchar en silencio.
Si alguna vez me falló fue mi culpa,
sabiendo su promesa desafié su temperamento.
Aunque él no perdona
de igual manera me abrazó.
de lo poco que recuerdo
esto fue lo que en mi quedó:
los años de su nombre,
su aroma, su sabor,
las historias que me iba haciendo
mientras de otro sobro disfrutaba yo.
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